18 de marzo de 2015

La dramática melodía de los despertadores, Cuaderno de la India (de mi vida en un Ashram)




A las 4,46 A.M. tímido primero, luego aumentando sutilmente el volumen, una melodía tritono, grave avanzando a agudo…en un primer instante busco localizar (y advertirle seriamente a continuación) al desaprensivo que no da apagado su despertador, al poco reparo que es todo el espacio que suena. Estoy escuchando el ¡despertador del Ashram!. A las 5 A.M. de esos mismos altavoces salen mantras, un Saludo al Sol.
Y el sol asoma, la jungla que nos acompaña detrás del recinto es una algarabía (monos, pájaros, animales remotos, personas creo…) Saltar de la cama y sufrir los dolores del crecimiento. 6 A.M. primera práctica: Canto de Mantas. Pranayamas (ejercicios de respiración) de pie, sentados, tumbados. Asanas: una serie de Surya Namascar (saludos al sol), paso 5 V invertida, 6 tres puntos de apoyo, 7 cobra, paso 8 vuelta a la V, 9 flexión sobre caderas, Uttanasana, (disculpas por el argot yóguico, se trata de variantes sobre una muy conocida serie de posturas).
Junto a mí tengo una pareja de jóvenes muy Matrix, de mucho diseño cariñoso (debe ser porque son suizos), del otro lado a Joâo, de Sâo Paulo, un psicólogo que se acaba de cortar el pelo ¿?.
Desayunamos a los 8 A.M., unas gachas de cereales con ¡leche! y algo de fruta (poca).
Apunto un templo: infinidad laberíntica de caras para explicar el laberinto humano. Encuentro una representación de Sarasvati (diosa hindú de la danza, la poesía…), le ha correspondido un mástil de sitar. Altares alojados en vitrinas para que los gurús (está lleno de ellos con más o menos fortuna a juzgar por los fieles que les acompañan) te coloquen un punto rojo, azafrán o negro en la frente, en Ajna (6º de los chakras situado en el entrecejo). Deidades ennegrecidas por la mantequilla y el humo. Vitrinas, vitriolos, vitrinas y vitriolos: reflejo de un mundo desde otro, de una persona desde otra hoy 16 de septiembre.

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