Esto es… ¡inaudito! Están empezando a despedir a los poetas. Claro que poeta no es ser una cosa es ser otra…seguramente una aflicción, una infección, algunas personas la contraen y otras no. Así que pongo un mail informativo a mis contactos y de resultas de ello recibo: unos veinte mails profesionales con mensajes de aliento y/o cariño (no se menciona la palabra trabajo de momento, es tabú), otros tantos de carácter personal con mensajes de aliento y/o vamos a vernos (estos son más directos, más.. y lo agradezco), luego recibo mayor número de me gusta en feisbú, mi popularidad ha crecido un tanto, no desmesuradamente, lo reconozco…dejo de seguir las noticias de este país, ¿para qué, si despiden a los poetas?. Objetivo logrado imagino, en el supuesto de tener una existencia, que ya es mucho existir.
Dice mi querido Urceloy que no arden las hogueras. Ayer salí a comprobarlo y efectivamente no lo hacen, hay miedo, sólo eso y vino del Lidl en los bares (la variedad shiraz con cabernet suavignon de sudáfrica). Pero era su cumpleaños leía textos de poetas anglosajones (que traducía una guapa profesora de inglés) y no teníamos miedo.
Hoy me he levantado he puesto en orden mi colada, después del retiro de fin de semana de yoga y mi correspondencia, me he sentido un señor antiguo que vive de las rentas y que es imaginario. Delante de un filete he pensado que la vida es una sucesión de días extraños que aspiran a ser normales y que felizmente no lo consiguen. Luego la suite para cello nº 2 de Bach y el guasáp.
He sentido el aliento de Piranesi en la nuca y he susurrado palabras al oído de una hermosa.
(mi maestro Raúl Torres, practicando stretching de los antiguos templos hindúes)