Retinemus tantum aliquos paucos dentes
maiorum
et scorti crudelis memoriam
quod, inter parvulorum vestes ludens,
delectatur,
quod, oratione iam provecta, nos invadit.
Et postremo arboris lapsi umbra,
ea est.
( SOMBRA
Sólo conservamos unos pocos dientes
de los antepasados
y la memoria de una ramera cruel
que se divierte jugando con los blusones
de los párvulos
y que nos asalta, bien entrada la oración.
Y la sombra del árbol caído,
lo es al fin. )
1 comentario:
La sombra intimida en exceso.
Por ello nadie se atreve
a comentar.
Y yo casi
tampoco...
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