5 de marzo de 2011

Carta de amor caducada




Pertenecen los viernes por la noche a los noctámbulos, así como los sábados por la mañana a los amigos. Pedí prestado el título, de esa serie que algún día será de un blog, al amigo Sulle: Cartas de amor caducadas. Lo que en la noche parece evidente, no lo es el resto de horas. Hemos hablado de José Hierro, que a Lo le da miedo (el niño encerrado con su juguete poético y sin tocarlo, creo que dijo). Hemos hablado del bupropión para dejar de fumar y nada... sigo procrastinado, con el deseo de abrazarme a un saco de boxeo, de pasar los fríos hymalaicos enrollado en la alfombra (una especie de Marco Antonio del revés). 
Ayer este poema hablaba por nosotros, ¿seguirá haciéndolo?.

En son de despedida [subrayado]
No vine sólo por decirte
(aunque también) que no [«no» sobre «ya» tachado] regresaré,
que no podré olvidarte nunca.
Emprendo [sobre «Inicio» tachado] la tarea
(imposible, si es que algo hay imposible)
de racionalizar, interpretar, reconstruir y desandar
aquellas fábulas y [«sus» tachado] hechizos
que gracias a tí fueron realidad.
Recupero los pasos iniciados a la orilla
[del río
y que finalizaban [encima] [«y que culminaban» tachado] en «Kiss Bar» (aunque no es-
[toy seguro
dónde estaba el principio y dónde el fin).
Estoy cansado, muy cansado.
Don Antonio Machado dijo hace más de
[medio siglo:
«Soy viejo porque tengo más de sesenta años,
[ED, hoja 2]
que es mucha edad para un español.»
Sin comentarios.
He vivido días radiantes
gracias a ti. Entre mis dedos se escurrían
cristalinas las horas, agua pura, benditas sean.
Fue un tercer grado carcelario:
regresas a la cárcel por la noche,
por el día –espejismo– te sientes libre, libre, libre.
Nadie pudo, ni puede, ni podrá por los siglos
[de los siglos
arrebatarme tanta felicidad.
Yo no he venido sólo, te lo dije,
para decirte adiós. No me echarás de menos [«menos» tachado]
[menos.
Y eso que yo soñaba [encima]
[«aunque yo soñé» tachado] ser todo para ti
como tú lo eres  todo [arriba] para mí.
¡ay vanidad de vanidades y todo es vanidad!
No te importuno más. (Ni siquiera
[se (sic) si me escuchas [sobre  «oyes» tachado]
Bebo el último whisky en el «Kiss Bar»
[ED, hoja 3]
la última margarita en «Santa Fe»;
luego rodeo la ciudad y su muralla de agua
en la que ya no queda nada que fue mío.
Desisto de adentrarme en su recinto
no tengo fuerzas para celebrar
la melancólica liturgia de la separación.
Sólo deseo ya dormir, dormir,
tal vez soñar…




José Hierro. Cuaderno de Nueva York
[María Fernández Salgado, «Dos versiones de una despedida: algunas notas sobre los manuscritos de Cuaderno de Nueva York de José Hierro (II)», Manuscrt.Cao, nº 9, ISSN: 1136-3703, pp.]
http://www.edobne.com/manuscrtcao/cuaderno-de-nueva-york-de-jose-hierro-ii/

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Menos mal que alguien rompe el silencio! Por ahora no tengo ni la pausa de suspirar una palabra, ni de hacerlas hundierse como la nieve bajo los pies...

Espero regresar pronto con la luz por debajo de las puertas, echo de menos el instante justo antes de llover, la primera gota de lluvia...

wolf dijo...

Ayer se vió cumplido tu deseo de la lluvia, al menos mi coche dice eso... y hoy la luz entra por debajo de las puertas. A romper silencio y ¿metales pesados?

Anónimo dijo...

Me ha gustado esta idea de las cartas, yo tengo una caja en casa, de cartas manuscritas que nunca llegué a entregar, por eso de que a veces los que escribimos tanto resultamos incluso pesados para el que no lo comprende.

Para esto de lo epistolar siempre prefiero mancharme el dorso de la mano con tinta, es más personal, más directo. Ahora lo vuelco todo en un cuaderno...si me dejan respirar, claro...

Anónimo dijo...

Acabo escuchar a los Standstill...y..me gustan mucho, muchísimo. La música tiene un aire a Tiersen en algunas canciones, muy mágica. Muchas gracias, Lobo, vuelves a acertar.

Besos.

wolf dijo...

Fue mi música del fin de semana a la plage. Tienen una acción en su blog interesante, tres contestadores donde dejar un mensaje solicitando: http://www.standstillband.com/yo-solo-necesito-carino-respeto-y-atencion
Luego se escuchan los mensajes grabados, durante sus conciertos.
Encadenados a la vida es domingo.
Besos.