19 de marzo de 2011

Poemapeme


Nadie para habitar la casa malva
con su pulso místico, junto al príncipe miedo
con su pulgar mellado,
recorriendo las retinas de los funcionarios
que acabarán contando las personas del verbo
nadie. Nadie espera ser mirado hoy,
que acabe así la tarde.

Nadie que se ocupe de tu mixoma
blando y localizado en el interior de la cámara
nupcial, nadie con voz
que resuene en el apartamento más podrido
de tu memoria, el wáter negro del fetichista,
donde diariamente se celebra
la ceremonia a dos.

Nadie cerró las puertas del armario
ni estaba previsto en este poema con sordina,
el canto sin futuro
de los niños miopes, a los pies de la alcoba.
Has estado en la herida de un puñal mellado
asomado a su filo que más duele,
cortado por puñal.

No sabes si fue la tuya una carnicería
de los cuerpos, tras el abrazo de los cornetas
en el cielo dormido,
igual que la sal no sabe los plazos del dolor
no  sabes, no sabrás.

2 comentarios:

cuentagotas dijo...

Qué barbarité, y un mixoma y Biedma a las 12 en punto de un sábado.

wolf dijo...

Si es que hay días que es peor no salir de casa ;(