En la entrada del 23 de julio pone: mamá. Me llevó años usar su nombre, ese nombre para mencionarla. No recuerdo como la llamaba antes, creo que oiga y cosas así. En casa eramos dados al trato protocolario y de usted, así como comer con los codos fuera de la mesa y pegados al torso.
Mamá hoy cumple años de muerta y voy confesar el término húngaro...
Oiga me decía en los días que no estaba para nadie: hijo estás húngaro.
Lo decía mamá.
Con que uno de los dos lo diga, basta por hoy, el angel está húngaro.

Mamá hoy cumple años de muerta y voy confesar el término húngaro...
Oiga me decía en los días que no estaba para nadie: hijo estás húngaro.
Lo decía mamá.
Con que uno de los dos lo diga, basta por hoy, el angel está húngaro.
5 comentarios:
Bonito homenaje.
Un gran abrazo! :)
Gracias i-asterisco- es complejo reconciliarse con el pasado, pero hermoso. Venimos de él...
Fuerte abrazo!
No tengo experiencia al respecto, pero dicen quienes saben que lo primero fue la Promesa del alba. Es más: Román Gary escribió en ese libro (DeBolsillo, 2008): «No es bueno que a uno le quieran tanto, tan joven, tan temprano. Te acostumbras mal". Tampoco lo sé. Ni Román Gary estuvo en el pequeño cementerio de vuestra aldea, ni yo quiero escribir hoy sobre esas cosas.
Un abrazo grande
S.
Yo tampoco lo sé...quizá por eso las compensaciones llegan después.
Fuerte abrazo
Me costó colgar la fotografía, no se dejaba... y ahora ha desaparecido! si alguien la ve? si es así decidmelo, o es que no se juega con las meigas.
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