Muy señores míos:
¡Enhorabuena, lo han conseguido!, quiero felicitarles por su actuación y comunicarles que pueden continuar con ella sin contar conmigo. Tal como estaban haciendo hasta ahora, me consta, pero a partir de este instante con mi consentimiento.
Les informo que a cambio les solicito que descuenten el céntimo que me corresponde de sus retratos oficiales, bronces a la entrada de sus aeropuertos sin uso, de la roja, los campeonatos de fórmula uno, tenis, padel o el madrid olímpico. No se enojen por ello, que yo no lo hago. Seguro que encuentran fuentes alternativas de financiación.
Sepan que todos ustedes me parecen brillantes hasta el punto de solicitarles consejo. Dado que soy uno de esos cinco millones de emprendedores, cuya figura ustedes han creado, me intereso por aquello que pueda hacerles más amable la vida. ¿Me pueden indicar en qué servicio para ustedes, los ejecutivos de las multinacionales y la banca…? Me comprometo, siempre que su información sea fiable, a no solicitar subvención alguna. Quizá su demanda vaya dirigida hacia: ¿el ocio, las vacaciones? (les encuentro muy ocupados para pensar en ello...), ¿la cultura, la agricultura? (ecológica, la cultura, por supuesto), ¿el intercambio de coleccionables, la depilación o la peluquería?. Les invito a crear un curso de formación en ese campo, con evaluaciones mensuales acerca de nuestra capacidad y dado el caso de no superar sus catas y pruebas, abandonar voluntariamente el país…¡ah!, ¡que no se puede!…
Qué brillantes, me reitero, en el articulo 21 de su nueva ley de 14 de julio, los parados no podemos viajar al extranjero. Como ratas de este particular Guantanamo suyo. Seguro que les mueve a tomar tal medida la preocupación por nuestra salud económica (difícilmente obtendremos los medios para costearnos autobús, tren o aeropuerto), o nuestra autonomía mental (no me atrevo a pensar qué podemos ir diciendo, masa ingente, por ahí fuera) o incluso puede que el interés por mantener a todos los emprendedores activos, a la sombra, en casa.
Me preocupa sobremanera el hecho de que sus antiguos sabuesos, últimamente salgan a la calle con pancartas del tipo: "somos la policía del pueblo, no la policía de los políticos". Eso tienen que mirárselo, no vaya a ser que nadie nos vigile ni a ustedes les protejan. Mejor también que prohiban los fuegos, de paso (¿la bomba viene del bombero?).
Les deseo que no enfermen, ni pertenezcan al colectivo de emprendedores de larga duración, ¡vibrante la idea de retirarles la tarjeta médica!. ¡Ah! y no se hagan médicos, privatizada la profesión, el juramento hipocrático provoca crisis de ansiedad en el colectivo.
Quiero realizarles una última recomendación destinada a mejorar su pobre retórica. Busquen en los libreros de viejo algún volumen de Horacio (descuiden sus hijos ya no estudian eso). Alguno hallarán a buen precio, volúmenes que algún interino se habrá visto obligado a vender. Ahora también son emprendedores. No desaprovechen la ocasión de informarse acerca del ex-contenido de nuestras bibliotecas.
Mis saludos a la única familia que les conozco, minoría absoluta, prima de Riesgo (inmejorable cuna, apellido compuesto) etc…, acuérdense de sortear a los funcionarios públicos antes de acceder a sus despachos (también en navidades).
Ni afectuoso, ni suyo.
Otro emprendedor
¡Enhorabuena, lo han conseguido!, quiero felicitarles por su actuación y comunicarles que pueden continuar con ella sin contar conmigo. Tal como estaban haciendo hasta ahora, me consta, pero a partir de este instante con mi consentimiento.
Les informo que a cambio les solicito que descuenten el céntimo que me corresponde de sus retratos oficiales, bronces a la entrada de sus aeropuertos sin uso, de la roja, los campeonatos de fórmula uno, tenis, padel o el madrid olímpico. No se enojen por ello, que yo no lo hago. Seguro que encuentran fuentes alternativas de financiación.
Sepan que todos ustedes me parecen brillantes hasta el punto de solicitarles consejo. Dado que soy uno de esos cinco millones de emprendedores, cuya figura ustedes han creado, me intereso por aquello que pueda hacerles más amable la vida. ¿Me pueden indicar en qué servicio para ustedes, los ejecutivos de las multinacionales y la banca…? Me comprometo, siempre que su información sea fiable, a no solicitar subvención alguna. Quizá su demanda vaya dirigida hacia: ¿el ocio, las vacaciones? (les encuentro muy ocupados para pensar en ello...), ¿la cultura, la agricultura? (ecológica, la cultura, por supuesto), ¿el intercambio de coleccionables, la depilación o la peluquería?. Les invito a crear un curso de formación en ese campo, con evaluaciones mensuales acerca de nuestra capacidad y dado el caso de no superar sus catas y pruebas, abandonar voluntariamente el país…¡ah!, ¡que no se puede!…
Qué brillantes, me reitero, en el articulo 21 de su nueva ley de 14 de julio, los parados no podemos viajar al extranjero. Como ratas de este particular Guantanamo suyo. Seguro que les mueve a tomar tal medida la preocupación por nuestra salud económica (difícilmente obtendremos los medios para costearnos autobús, tren o aeropuerto), o nuestra autonomía mental (no me atrevo a pensar qué podemos ir diciendo, masa ingente, por ahí fuera) o incluso puede que el interés por mantener a todos los emprendedores activos, a la sombra, en casa.
Me preocupa sobremanera el hecho de que sus antiguos sabuesos, últimamente salgan a la calle con pancartas del tipo: "somos la policía del pueblo, no la policía de los políticos". Eso tienen que mirárselo, no vaya a ser que nadie nos vigile ni a ustedes les protejan. Mejor también que prohiban los fuegos, de paso (¿la bomba viene del bombero?).
Les deseo que no enfermen, ni pertenezcan al colectivo de emprendedores de larga duración, ¡vibrante la idea de retirarles la tarjeta médica!. ¡Ah! y no se hagan médicos, privatizada la profesión, el juramento hipocrático provoca crisis de ansiedad en el colectivo.
Quiero realizarles una última recomendación destinada a mejorar su pobre retórica. Busquen en los libreros de viejo algún volumen de Horacio (descuiden sus hijos ya no estudian eso). Alguno hallarán a buen precio, volúmenes que algún interino se habrá visto obligado a vender. Ahora también son emprendedores. No desaprovechen la ocasión de informarse acerca del ex-contenido de nuestras bibliotecas.
Mis saludos a la única familia que les conozco, minoría absoluta, prima de Riesgo (inmejorable cuna, apellido compuesto) etc…, acuérdense de sortear a los funcionarios públicos antes de acceder a sus despachos (también en navidades).
Ni afectuoso, ni suyo.
Otro emprendedor
1 comentario:
¿Has visto qué imágenes tan extraordinarias ha captado el robot Curiosity? Es para que vayamos pensándonos seriamente mudarnos a Marte.
Todo lo que está pasando me enfurece. A golpe de proyectos y anteproyectos están consiguiendo que este país sea invivible.
"No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre…
Eso es: que nadie te quite tu derecho a expresarte y hacer de tus días una experiencia maravillosa. La poesía sí puede cambiar el mundo (¿quién dijo lo contrario?). Y tú, Lobo, eres una persona llena de pasión y entusiasmo: te renuevas cada día.
Levántate cada mañana con un "Sentimiento nuevo":
http://www.youtube.com/watch?v=S9W17Dm3TMc&feature=player_embedded
Que agosto deje en ti un buen sabor y recolectes grandes momentos.
Un abrazo desde el cráter Gale del planeta rojo.
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